Perfectos desconocidos
Se nos presenta como una comedia italiana. Pero tiene más de tragicomedia de Beckett, o del absurdo de Ionesco, por suerte para mí. Las comedias simples, sin temas profundos de fondo, me aburren.
Evitando los carriles spoilers, puedo contarles en principio lo que muestra el trailer: Una reunión de amigos, casi todos en pareja, decide jugar un juego “divertido” y siniestro, durante la cena. La dueña de casa propone que si nadie tiene secretos, que todos pongan su celular sobre la mesa, y que cada uno atienda el del otro, y ponga altavoz, se lean los mensajes de whatsaap, fotos, y todo lo que llegue. En el trailer sólo se ven las situaciones cómicas que provoca dicho juego. Pero por suerte para muchos de nosotros, es mucho más que eso.
Se ponen en juego no sólo temas de infidelidad, sexting, secretos familiares. También se toca el tema de la homofobia de una manera sumamente refinada y sutil, y no por eso menos cruenta.
Digamos que el tema central es la hipocresía burguesa en la que todos vivimos.
Cabe destacar el encanto y carisma del personaje de “Pepe”, (el que va sin pareja a la cena), y las expresiones de la dueña de casa, que muestran lo que intenta ocultar desde el comienzo.
Es una película digna de ver, de la cual Alex de la Iglesia compró los derechos para realizar la versión española.
El cine estaba lleno de parejas de mediana edad, pero no se dejen engañar por el trailer. Es una película para todos, porque todos, sin excepción, guardamos bajo llave nuestros secretos. Y como bien dicen varias veces en el film: nuestro celular, es nuestra pequeña “caja negra”. Así como la información de los aviones, en nuestros teléfonos atesoramos nuestra vida, nuestra radiografía, nuestro (sin exagerar), verdadero ser. Muchos después de verla, nos veremos tentados a proponer el peligroso juego de compartir el teléfono con quien tengamos al lado. En la salida, se veían las caras incómodas de los espectadores. Las parejas no hablaban entre sí. Los que iban sólo, apenas, sonreían con alguna complicidad con “Pepe”, quien dice la mejor frase “Si tenemos alguien a quién queremos mucho, debemos cuidar que nadie lo lastime.” Y el dueño de casa, personaje para mí gusto más honesto que el resto, vaticina: “Hay cosas que no deben hacerse, porque el ser humano es sumamente frágil.”
Es una película digna de ver, de la cual Alex de la Iglesia compró los derechos para realizar la versión española.
Les recomiendo para cualquier noche o tarde de introspección, esta obra maestra de Paolo Genovese.