Guardianes de cenizas

Ausencias

A Pedro Centeno

El trazo entre vida y muerte

es tan delgado como indefinido

allí caben

todos los suspiros

misterios del adiós

nudos óseos sin llegar a ser gritos

filosofías del absurdo

furias contra el mundo

reclamos a algún dios enfermizo

silencios relampagueando en la mente

tristezas que encuentran su color

recuerdos torrenciales y fotográficos

y esas lágrimas que humedecen el alma

para volverla pegajosa y densa.

El trazo entre vida y muerte

guillotina cualquier vínculo

ya no hay fricción posible

un simple gesto

los abrazos

una mirada

un apretón de manos

se convierten en polvo

en inútiles ademanes del olvido.

El trazo entre vida y muerte

es contundente y cerrado

una clausura repentina

que cierra todas las ventanas

a una exigua realidad:

solo queda de este lado

un cuerpo

de lapidaria sustancia material

colmado de nada y vacío de presentes.

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El péndulo

"Lo contrapuesto concuerda,

y de los discordantes

se forma la más bella armonía,

y todo se engendra por la discordia."

HERÁCLITO

Los opuestos al tocarse

pulverizan identidades

sus extremos disparan

la pólvora de todas las tensiones.

Si sólo existen

en su casta soledad

edifican territorios planos

del pensar y el sentir.

Mujeres y hombres

que allí viven

se profesan elegidos

por designios divinos

desprecian lo distinto

lo combaten

se vuelven esclavos

de la íntima pureza

ahogándose

en su refinada blancura.

Ellos usan cerebros unidimensionales

El péndulo de los opuestos

al moverse

licua realidades

cruza imágenes

unifica contrastes

une lo distante

hielo con fuego

magia con ciencia

escalinatas con amor

filosofía con insectos.

Cuando los opuestos

tamizan

su fugaz distancia

mujeres y hombres

viven y mueren

con idéntica estatura:

los cerebros descubren

las magnitudes

tridimensionales de la humanidad.

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Mecanizados

Peatones

"Héroes anónimos de la ecología".

NICANOR PARRA - Fragmento de ecopoemas

"Hiéralos, y verá que no es sangre

lo que tienen en las venas,

sino aceite lubricante"

WILLIAM FAULKNER - Fragmento de Pylon

Discúlpalos...

ellos no saben

no aprendieron

no le enseñaron

que manejar

implica riesgos y compromisos

no conocen

que el peatón está indefenso

frente a las leyes de cinemática motriz

de la industria que arranca

movimiento a la materia

del poder que enciende el pedal del vértigo.

Discúlpalos...

con un motor entre las piernas

se creen dioses

de macho metal

que todo lo pueden.

Discúlpalos Nicanor...

sólo tienen líquido refrigerante en las venas

aceite sintético en las arterias

corazón de seis cilindros

y pálidas neuronas

en la central neurótica del sistema.

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Desde el cielo

Dios pasa en avión

custodiando el cielo

lleva en sus bodegas

corazones de plástico.

Los arroja con sana ilusión

envueltos en nylon

mientras ángeles desleales

trafican con su sangre.

Acá en la tierra

en donde la realidad evapora divinidades

se pelean y organizan los repartos

todos quieren uno

son de colores

lucen fosforescentes

brillan en la oscuridad

y llevan grabada

en su faja protectora

la fecha de vencimiento.

Ahora hay humo detrás del horizonte:

¿alguna nace habrá estallado sus latidos?

Aquí abajo

en la intemperie desnuda

somos luciérnagas

habitando ciegos el paisaje

entre bolsitas de plástico

que el viento ácido amontona.

Aquí abajo

entre simples bichitos de luz

veladores intermitentes luego del naufragio

sopla la vida su corazón de sueños

no son muchos pero suficientes

para hidratar el charqui de la esperanza

para seguir aguardando algún atisbo de humanidad.

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selección de poemas de la nueva obra de Marcelo Fagiano (Córdoba, Argentina), Guardianes de cenizas (La yunta ediciones, Buenos Aires, 2021)