El olvido que seremos

Una ficción de la narrativa al servicio del séptimo arte y al servicio de la historiografía.
Traer a la memoria lo que queda del sendero es una ardua y dolorosa tarea. Más aún si la historia, la de uno de sus protagonistas, es interpelada desde la perspectiva de uno de los hijos.
Héctor Abad Gómez, médico, profesor universitario, intelectual, militante político, comprometido con la triste realidad del pueblo colombiano, asesinado en Medellín, en 1987, será redescubierto por medio de su hijo menor de nombre homónimo.
Asimismo, El olvido que seremos (Colombia, 2019), dirigida por Fernando Trueba, con guion escrito por David Trueba, adaptación cinematográfica de la novela -también- homónima de Héctor Abad Faciolince, hijo de Abad Gómez, y protagonizada por Javier Cámara, Patricia Tamayo, Juan Pablo Urrego, Nicolás Reyes Cano y Aída Morales, recrea los turbulentos hechos que dieron lugar a un laberinto mayor para la sociedad de su tiempo.
Errante, irreverente, burgués, hijo consentido, Héctor es la contracara de las utopías , de los sueños de libertad de su padre. Y, sin embargo, es el portavoz de una conciencia histórica que transita por los caminos de la ternura, la melancolía, la aventura y el asombro.
El peso de la historia no deja de acechar a los párpados cansados y la mirada perdida de Héctor. De esta manera, los pasajes que narran los acontecimientos de los años '70, donde era un niño, aparecen vivaces, coloridos, plenos de aprendizaje y descubrimientos inauditos, y los pasajes de los hechos ocurridos en los años '80, ya joven adulto, aparecen en escala de grises, al principio, hasta lograr, después, tonalidades bastante sombrías.

A lo largo de todo el film, se apuesta por ejecutar los recursos del lenguaje poético para dar vida a este conmovedor y bellísimo relato social, político, cultural de esa Colombia que todavía pugna por alcanzar una identidad plena de derechos. En suma, una obra digna de ver una y otra vez.
Naturaleza humana.
Para David Hume, el hábito y la costumbre son los alimentos para perseverar en determinados actos o determinadas acciones dentro de una sociedad, y la razón sólo es el instrumento para avalar o no, el uso de algunos de ellos. Para Immanuel Kant, el ser humano por naturaleza es insociable, egoísta, cruel, y necesita de la razón para alcanzar el bienestar, la libertad y la justicia. Un estado regulatorio u normativo que asegure el pleno desarrollo de una sociedad. Para Hayden Whyte, la representación de los relatos históricos alcanza su mayor grado de comprensión interpretativa por medio de los recursos lingüísticos que poseen la poesía, la tragedia, la pintura y la música. De ahí la consistencia de su significado y la persistencia de su sentido.

A partir de estas consideraciones, como otra línea de reflexión, puede indagarse acerca del mal en la creación.
Lenta sombra de la muerte que camina por las calles.
Presagios del retorno de un arca oscura.
El hijo de Abad Gómez, en una correcta y sobria actuación de Juan Pablo Urrego, desde pequeño se resiste al reconocimiento de la otredad cultural (por ejemplo, las familias judías), a la convivencia familiar y social (por ejemplo, su propia familia, sus propias/os compañeras/os de escuela), al cumplimiento de sus responsabilidades y obligaciones (por ejemplo, el accidente de tránsito que provocó la muerte de una persona), reniega de las capacidades o facultades cognitivas de los demás (por ejemplo, de los conocimientos y talentos de sus hermanas) y aún en los momentos más terribles (como lo fue la enfermedad inesperada y repentina de su hermana Marta) busca la permanente atención sobre sí.
De a poco, se va construyendo un ser engarzado en el odio, el rencor, la irresponsabilidad, la negligencia, la ceguera. Conducta y carácter acordes para anclarse en la resistencia a lo que puede alterar o modificar su lugar de confort, su falta de conciencia de clase, sin apego afectivo hacia nadie. Y, vaya concepción aporética, desde la oscuridad de su condición humana puede recomponer, traer de nuevo a la memoria, escenas dolorosamente bellas, sobre las causas que llevaron a la nobleza, a la osadía, y al amor de su padre, fuera de este mundo.-
Ces le Mhyte
Buenos Aires, Abril de 2021.
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Ficha Técnica
El olvido que seremos
Reparto
Adriana Ospina como Silvia
Aida Morales como Gilma
Camila Zarate como Sol
Elizabeth Minotta como Vicky
Gianina Arana como Andrea
Gustavo Angarita como Aguirre
Javier Cámara como Héctor Abad Gómez
Juan Pablo Urrego como Héctor
Kami Zea como Marta
Kepa Amuchastegui como Arzobispo
Laura Londoño como Clara
Laura Rodríguez como Bárbara
Luciana Echeverry como Sol Niña
Luz Myriam Guarin como Hermana Josefa
Maria Tereza Barreto como Mariluz
Nicolás Reyes Cano como Quiquin
Patricia Tamayo como Cecilia Faciolince
Whit Stillman como Dr. Richard Saunders
Dirección: Fernando Trueba
Duración: 136 min.
Origen: Colombia
Obtuvo cinco Premios Platino en 2021, entre ellos los galardones a mejor película y mejor director. También obtuvo tres Premios Macondo 2021, entregados por la Academia Colombiana de Artes y Ciencias Cinematográficas, incluyendo el de mejor actriz principal.12
La película fue incluida dentro de la selección oficial del Festival de Cannes 2020, que debido a la pandemia de enfermedad por coronavirus de 2020 en Francia no se celebró en su forma habitual.345 La cinta clausuró, fuera de concurso, la sección oficial de la sexagésimo octava edición del Festival de San Sebastián.67
Esta película ganó igualmente el premio al mejor filme del Festival Cine Horizontes en Marsella (Francia) en enero de 2021 y fue galardonada con un premio Goya en la categoría de mejor película iberoamericana en marzo de 2021.
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