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Luz Marus

Yegua, puta y montonera



Cuando la escuché repetir esa frase dos veces a Novaresio, me quedé helada. Me reí y pensé: Cómo se la banca esta mujer. Y la quise más. Y me empecé a preguntar de qué mierda me quejaba yo, por un par de críticas. Sí, ya sé que mis conocidos y queridos y familiares macristas me dirán "un par de críticas menos y un par de dólares menos." Y yo les preguntaré: ¿Quién dijo que el ser humano no es contradictorio? ¿De dónde lo sacaron? Esa idea de la supuesta coherencia humana. Nada tan descabellado. Nada tan natural, como ser contradictorio y mortal. ¿Y cuál es el problema si yo estoy escribiendo esto tomando un café en el Alvear? ¿Y si a Evita le gustaba vestirse bien con diseñadores propios, mientras ayudaba al pueblo? ¿Y si Cristina (rellenen con todo lo que quieran) mientras hacía cambios humanos históricos en nuestro país, en cuanto a derechos humanos, igualdad, educación. Anoche fui a leer a un evento con muchos extranjeros. Conocí a una inglesa que me dice: "Es que yo no vine a vivir aquí, yo vine a vivir a otro país". Al principio no entendía bien. Creía que era un error de la traducción de su pensamiento en inglés al español. Le pregunté, entonces, adónde iba, si se quedó en Argentina por error. Me cuenta que se casó acá, entonces creo entender que estaba de paso para algún otro lugar y se enamoró acá y se quedó. Le re-pregunto y me aclara: "No, yo vine con mi novia a casarme acá, porque era uno de los pocos países tan adelantados, y fui feliz, y ahora, me cambió todo, y no lo puedo creer. Decían que iba a cambiar, pero ¿¿tanto???". Y otra vez me quedé muda. No se me ocurría mejor descripción. Estamos todos viviendo en otro país desde diciembre de 2015. Algunos somos más conscientes que otros. Hay quienes lo disfrutan (o eso creen) y quienes lo padecen. Pero no hay duda de que es definitivamente: otro país. Y ese es uno sólo de los cambios que me atrevo a mencionar, justo porque me pasó ayer, y se me juntó con la policía reprimiendo a una pareja de dos mujeres, y la policía reprimiendo en la Marcha sobre Santiago Maldonado, y Santiago que ya no aparecerá con vida, y los ajustes, y el trabajo precarizado y ahora la loca idea de que los niños de 17 años también sean productivos para el sistema en el mejor año de sus vidas con el verso de "La secundaria del futuro" y las promesas de nuevas medidas después de las elecciones. Y así. Otra de las preguntas que recuerdo de Novaresio a Cristina, cuando ya no tenía argumentos para discutirle porque lo dejaba literalmente sin palabras, fue: "Y entonces, por qué cree que ganaron" Y ella lo miró con cara de "qué obviedad me estás preguntando?" y le respondió: "Porque mintieron. ¿Vos te crees que si decían que lo primero que iban a aumentar era el gas y la luz los iban a votar?". Ahí, si bien en su momento admiré su respuesta, disiento ahora. No, sí, somos contradictorios. Lamentablemente, aunque vuelvan a anunciar un nuevo ajuste, por ahora, los van a volver a votar la mayoría. Porque somos contradictorios. A veces a niveles peligrosos. Otras, con cosas inofensivas, como escribir sobre mí adorada yegua, puta y montonera, desde el café del Alvear.-






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