Las razones del tiempo
MALA ÉPOCA
Acá se cruza un pájaro con las alas desiertas
hace mucho que ha roto con el ángel
ya nada lo emparenta a ese exiliado leve
que camina de incógnito entre las multitudes
acá se cruza un pájaro con las alas desiertas
con su pico profundo
con su plumaje sordo y con sus ciencias ocultas
acá se cruza un pájaro terrible.
DEL FINAL DE LOS DÍAS viene un pájaro
baja con su sombra a cuestas
tan pesado es su vuelo, no puede con sus alas
es como si cargara todo el plomo del mundo
así desciende el pájaro
se posa como un ángel cansado de la anunciación
proclama su caída, el dolor de volver
y una vez y otra vez
muerte y resurrección
por siempre, entre nosotros.
TANTAS VOCES SE ESTRELLAN
la mañana está muda
sólo se escucha el viento en la batalla perdida
cómo cae una hoja
y ese último aliento
del suelo del buen Dios, deshabitado.
EL DÍA SE ENTREABRE a tus espaldas
polvo y oro
y hay suspendido un canto
flota como el madero de la salvación
y es incierto el acorde sucesivo
el destino está oculto
nada dice
apenas si murmura
que todo lo que xiste
todo
todo ha sido tramado
en otra parte.
A VECES
por momentos
olvidamos la carga en los umbrales
dejamos nuestros pasos y miramos las cosas como miran
los pájaros
un cerebro emplumado nos gobierna
vemos cómo se caen en el ascenso las palabras
se arrojan como bólidos fuera del pensamiento
entonces
la vida se hace lisa y radiante y tan liviana
tan liviana la vida
puro brillo.
ASÍ CORRE ESTE TREN
se va hacia atrás, hacia las vías muertas, al terraplén
hundido
el rugido murmura:
una moneda para no robar
una bala de plomo para el cerebro liso
un pedazo de cuerda para el cuello ahogado
caminante, no busques el paisaje
no busques otra cosa, no hay más nada
esto es lo que ha pasado, éste es el tren y el túnel
genio y figura, así es como te ves ahora
Ésta es la flora y fauna de nuestra gran ciudad
Inserta en el gran mundo.
PREGUNTA POR EL HIJO
I
Ante el hijo dormido
la voz del padre se enciende en la penumbra
guarda en el fondo un diamante de oscuridad
sus facetas ocultan y revelan la fuente de todos los
misterios
y el pesebre doméstico se cubre de vagas intenciones
se trata de lo opaco
ahora que ya es padre
casi nada es lo que conoce acerca de sí mismo
no sabría ponerlo en muchas palabras
no ha tenido ni tiempo para pensarlo
lo cierto es que hasta ayer el hijo aún no había llegado
ahora en el desconcierto sólo podría dar fe de que hubo
un propósito que lo precedió
y que así se orientaron los días de su vida hacia este día
de los sueños tampoco podría rendir cuentas
son un misterio más en la argamasa delo desconocido
hoy se han arrojado juntos padre e hijo a una nueva
existencia
intrépidos se arrojaron en medio dela noche a los
bosques de infancia
se ve inmensa la fronda mientras todo es reciente y
todavía se sacuden las paredes
y la casa vibra
y todo tiembla bajo las fuerzas desatadas
bajo el imbatible furor del nacimiento
II
Tarde de domingo
inicios
primavera
el padre con el hijo sumergidos en verde
es posible que el hijo vaya a hundirse en la espesura de
los pastos más altos
por eso es que se toma de la voz de su padre
para quedar a salvo sobre la superficie donde las cosas
flotan
mientras avanzan hacia las afueras de la tarde
resplandeciente
el padre reconoce sus días más lejanos
una palabra suya sea posado en el hijo
se anuncia como las aves migratorias que llegan a destino
habrán andado un trecho
oculto permanece todavía el tramo que no compartirán
el padre querría que el día se prolongue
si fuera por él que durara por siempre
el hijo en cambio
pareciera tener el poder de acelerar el tiempo
lo cierto es que ambos avanzan
siguiendo la dirección más ardua de la luz
el sol a pleno insiste
en todo el recorrido hay un brillo que ciega.
III
La madre permanece de este lado del río
el hijo ya ha cruzado
así es como la escena se presenta
es un vitral atravesado por la luz
el tiempo corre caudaloso
todo es indiscernible.
UN POEMA CARTESIANO
La tierra cubre el cuerpo
la cabeza está afuera
guarda una música
se mantiene al ras
la cabeza es de humo
lo que el cerebro toca
podría convertirlo en piedra
esa piedra, en cambio, jamás lo rozará
la cabeza es humo
pasan nubes, bandadas, catedrales
todo es aventurado
el pensamiento vivo se sostiene del aire.
¿TE PERDISTE AL MENOS una vez en la parte más profunda
del bosque
y gritaste hay alguien ahí?
¿hay alguien ahí?
otra pregunta:
¿te arrojarías sobre el fruto prohibido hasta ser devorado?
¿o no hay fruto prohibido en este paraíso con su telón de
Fondo
con su cielo al alcance, radiante y sin un pliegue?
ah, desperdicio, gesto desaprensivo
¿qué fue lo que cambiaste por espejos
por algunas estrellas que parecen estrellas
por monedas
así como si nada?
allá vamos ejército sonámbulo
vamos hacia el destino de uno en uno
solitarios y ajenos allá vamos
el corazón blindado
sin mirar atrás
tierra de desaliento ¿quién responde?
¿hay alguien ahí?
ES EN LA NOCHE
las cosas están quietas y me abarcan
son una multitud
y mi casa es un bosque cerrado
y si lo pienso un poco
cuánto mejor sería que se poblara todo de creyentes
y aquí debería haber un templo donde esperar ayuda
porque algo muy grave debe haber sucedido
para transformar esta casa en un bosque de piedra
un día
todo se lo llevará el viento
va a ser un viento bíblico
casi como si volviera Dios.
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Selección de poemas de la obra de Raquel Jaduszliwer, Las razones del tiempo, editorial Lisboa, Buenos Aires, 2018.