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  • Luz Marus

Las apps de citas y el amor romántico

No recuerdo si eran fines del 2014 o principios del 2015. Estaba haciendo tiempo en un bar y no tenía nada para leer. Lo único que encontré fue ese diario argentino de páginas inmensas que nunca supe bien cómo leer de manera cómoda. Había una nota muy extensa sobre una nueva app para celulares y tablets, llamada Tinder, con un dibujo de una llama encendida color rojo.


La nota era explicativa. Contaba que se podía poner la distancia donde uno se encontraba chateando con otro, y que el encuentro sería rápido y casual.


Esas dos palabras quedaron en mi mente “rápido y casual.” Me quedé pensando: claro, eso les conviene a los creadores. Que sea rápido, casual y cuantos más en un día mejor, así pueden vender la mayor cantidad de publicidad posible. Obviamente si todos consolidaran un vínculo por Tinder duraría muy poco y sería nada rentable.


Me planteé ese día una hipótesis: Iba a demostrar, ya que no somos robots, que el amor se infiltra igual. Que a pesar de que la sociedad de consumo nos quiera manejar el deseo, todos, en el fondo, buscamos el amor. En este caso, el amor romántico.

Puse el buscador en mi celular. Me hice (con mucha vergüenza) una cuenta. Vergüenza a que me reconocieran, porque dicha cuenta parece estar asociada a Facebook que parece estar en todos lados. La investigación lo valía.


Miraba fotos de hombres y mujeres. Una curiosidad: los hombres se mostraban volando en parapentes, tirándose en paracaídas o escalando alguna montaña. Como si no supieran que eso no nos seduce a la mayoría. Que es sólo un pasatiempo que les gusta a ellos. Otros, en cambio, se sacaban la foto al lado de su auto de alta gama. Los más pobres mostraban lo que creían era su mejor valor: sus abdominales frente al espejo del baño.


Las mujeres, poses sexys con mucho filtro. Me llamó mucho la atención algo: Las veinteañeras, daban información de sus gustos, sólo en la foto: Tocando la guitarra, una habitación hippie, un perro o un gato en sus brazos, etc. Las más maduras, sólo poses y trompita de pato. Me dio pena eso. ¿Qué nos pasa con los años? ¿Dónde ponemos el acento?


Por supuesto, hablé con algunos. Otra cosa que también provocó mi extrañeza es que la conversación fuese algo así como: “hola cómo estás, de qué barrio sos, yo estoy en tal bar, en tal barrio nos vemos”. Epaaa. ¿Tan así? Les funcionará, me pregunté.

Tinder se mantiene como la app número uno del segmento con más de 50 millones de usuarios a nivel global. Argentina es uno de los diez países que más la usan. Luego salió Hapnn, con 10 millones de usuarios en el mundo y 560.000 en la Argentina.


Casi cuatro años después, es evidente que mi hipótesis falló. No todos buscan el amor romántico. Ahora mi duda es al revés: ¿alguien cree todavía en su existencia?




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Luz Marus


Escritora, periodista, conductora de tv y radio.

Directora de la revista Una más.

Fue conductora del programa de tv ¿En qué bar?, por canal (á).

Fue una de las conductoras del programa radial Políticamente incorrectas, que se emitió por Radio de Salón.

Es autora de las novelas La amante de Stalin, Tu última lolita y Terrorismo emocional.



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